Interesado en mejorar tu relación? lee aquí sobre nuestra CHARLA LA PAREJA.
LOS CELOS EN LA PAREJA
“¿Son normales? ¿Son una de las tantas caras que toma el amor o siempre son patológicos e indicador de que algo serio e importante está amenazando o dañando la pareja?”
“Salvo episodios esporádicos, los que no dejan de ser a veces pintorescos y otorgan cierta chispa en la relación de pareja, el resto, termina siendo destructivo para la misma y sólo colaboran a que nada progrese. Y más aún, cuando el contrato inconsciente de la pareja se basa en que nada entre ambos cambie, es allí cuando la situación se agrava.”
En este artículo veremos por ahora sólo uno de los posibles problemas:
Por ejemplo, cuando una relación queda basada fundamentalmente en las necesidades, generalmente básicas, de una de las partes que pretende que el otro permanentemente se las resuelva, a ese otro le está asignando un poder y control. Esto deja al necesitado en una peligrosa relación que crea vulnerabilidad y dependencia ante su pareja y ante la vida. Así tiende a reproducirse entre ellos un vínculo niño-progenitor. Un eterno padre o madre para un eterno hijo o hija. Se va generando una desigualdad entre ambos y un terreno propicio para la discusión y pelea en el caso de que un integrante de la pareja insista en controlar y manipular al otro. Buscará mantenerlo al otro en la dependencia y mantenerse a si mismo en ese aparente y tranquilizador poder. Un poder ilusorio que sólo obstaculiza al verdadero poder, que usado con equilibrio permite avanzar y sobrellevar las dificultades que en la vida de toda pareja se presentan.
De allí la importancia de aprender a reducir al mínimo las necesidades y expectativas proyectadas en la otra persona, desarrollar el compañerismo, el compromiso, la colaboración con el otro y ser más autosuficientes.
Así también mejoraremos nuestra capacidad de amar y convivir con los demás.
Los problemas no se hacen tan grandes si se buscan soluciones eficaces y a tiempo.